Un joven compañero de cátedra me preguntó al salir de dar clases, “y ahora, ¿a pensar un poco?”. Le contesté que tendría que ocuparme inmediatamente de alguna burocracia.
Tenía que juntarme a organizar los detalles de la reunión anual de la UMA. Eso sería burocracia de primer nivel.
También tenía que corregir un plan de trabajo para un subsidio a la investigación que estoy por pedir. Burocracia de segundo nivel.
En el tercer nivel de burocracia, y tercero en orden de urgencias, corregir un borrador de un trabajo para enviárselo a unos colegas canadienses.
De ahí a “pensar”… Bueno, se va pareciendo de a poco. Capaz pueda llegar esta semana.